Vuelta al cole y a la ¿bendita? rutina
Libros forrados, inventario de uniformes hecho, ropa marcada, mochilas listas y olor a lluvia entrando por el balcón. Septiembre ya está aquí.
No hay más remedio. Los herederos han vuelto al cole y a los padres de provincias no nos ha quedado otra que poner un poco de orden en nuestras vidas.
Que sí, que está muy bien lo de volver a la rutina pero a mi estos días me dan un poco de angustia vital. No, NO SOY de esas madres que están deseando que empiecen las clases. Os explico porqué:
El comienzo del colegio supone madrugar sí o sí aunque ese día entre a trabajar más tarde o tenga el día libre (cosas de currar algunos fines de semana o tener turnos de tarde...).
El comienzo del colegio supone enfrascarse en un tetris imposible de resolver para organizar las actividades extraescolares de tres niños con aficiones diferentes (diversidad cultural lo llaman), con horarios que no coinciden o que si coinciden las clases son cada una en una punta de la ciudad. Tú a baloncesto, tú a robótica, tú a teatro...y todos a inglés. Vamos que los de Tú a Boston y yo a California lo tenían más fácil que yo...
El comienzo del colegio supone comer como los pavos y salir corriendo con el último bocado aún en la boca para llevar a la tribu a esas actividades extraescolares de las que hablaba antes.
El comienzo del colegio supone volver a sufrir el Síndrome de Lady Halcón del que ya os he hablado en este blog: solo veo al padre de provincias en forma humana cuando hacemos el cambio de turno en el cuidado de las criaturas.
El comienzo del colegio supone que empiezan las lluvias y hay que aprisionar los pies en zapatos cerrados ( sí, hoy tengo los juanetes fritos en los zapatos). Pero lo peor no es eso, es que si cambia el tiempo también hay que cambiar armarios -¡Cuatro armarios!- y eso siempre me provoca una crisis existencial.
El comienzo del colegio supone forrar tropecientos libros de una tacada el día antes de que comiencen las clases. Siempre lo dejo todo para el último momento. Procastinadora nata con muy mala maña para las manualidades...
El comienzo del colegio supone hacer un desembolso astronómico en la compra de esos libros y, sobre todo, supone cabrearte como una mona al darte cuenta un año más del timo de las ayudas a los libros de texto en comunidades como Extremadura. No se las dan directamente a los padres sino a los colegios y cada cole hace lo que le da la gana.
En el caso del cole de la tribu, al menos lo invierten en comprar libros para préstamo. Es una ayuda aunque muchos son de rellenar y no se pueden reutilizar. El problema es que hay otros muchos centros que ni te dan libros de préstamo ni te dan la ayuda económica aunque seas familia numerosa. O si te la dan ellos deciden si debes recibir el máximo de 120 euros estipulados para Primaria o, como me ha pasado en muchas ocasiones, te dan 20, 30 ó 0 euros por niño... Una miseria para hacer frente al gasto de más de 200 euros en libros por cada uno de mis hijos... Las ayudas las tenían que recibir directamente las familias no los colegios. Para mi es difícil pero recortando otros gastos mal que bien lo podemos afrontar. Lo que me pregunto es cómo lo harán las miles de familias que tienen a todos sus miembros en paro o con sueldos ínfimos...
El comienzo del colegio supone que los grupos de whasaps de las madres vuelven a la efervescencia y me colapsan el móvil. Con el verano tan tranquilo que he tenido sin asistir a polémicas sobre el regalo de los cumpleaños, la compra de los uniformes o si el profe que nos ha tocado es mejor o peor... Me entras ganas de darle al botón de "abandonar el grupo" pero reconozco que esas ristras de mensajes me sacan de más de un apuro ante mi despiste congénito.
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Pero una vez dicho esto, y una vez organizado todo, reconozco que un poco de esa bendita rutina tampoco nos viene mal porque la tribu necesitaba orden, porque este verano hemos pasado mucho calor en la provincia y unas gotas de lluvia se agradecen, porque Nacho y Guille se morían de ganas de ver a sus amigos, porque este año me da tiempo a comer con ellos y están más comunicativos que nunca, porque Tomasito está encantado de empezar la Primaria y dice que lo que más ilusión le hace es que va a aprender a hacer flexiones con una sola mano y porque, gracias a poner un poco de orden en mi vida, he sacado tiempo para escribir en el blog.
Bienvenidos a la "bendita rutina".
¿Cómo lo lleváis vosotros?
Ah y si todavía estáis rematando asuntos de la vuelta al cole os recomiendo que escuchéis el último podcast del "Diario de una madre de provincias" en el que hablamos con un portavoz de la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, de trucos y consejos para ahorrar en la vuelta al cole.
¡Dale al play!