10 razones por las que soy una mala madre ¿y tú?

Malas Madres




 1. Comencé a sospechar que soy una mala madre cuando a los pocos días de nacer mi hijo mayor decidí que pasaba de sentarme en el asiento trasero del coche familiar junto al niño. Juro que lo intenté pero tenía la absurda sensación de ir continuamente en un taxi, no veía el paisaje y, qué narices, a mí me gusta conducir o, por lo menos, ir de copiloto. Si me quedó algún remordimiento cuando veía al resto de madres solícitas atendiendo a sus bebés sentadas en los asientos traseros se me pasó pronto porque en apenas tres años tuve otros dos hijos que vinieron a llenar todo el espacio de la fila de atrás. Ahora, aunque quisiera, ya no hay sitio.

Desde entonces he ido teniendo más sospechas sobre mi erróneo comportamiento materno que tomaron cuerpo hace unas semanas cuando descubrí en la red a un grupo de mujeres que, lideradas por la bloguera Laura Baena, han formado un ¡¡¡Club de Malas Madres!!! “con mucho sueño, poco tiempo, alergia a la ñoñería, con muchas ganas de cambiar el mundo o al menos de morir en el intento...”




Club de MALASMADRES


Leyendo sus blogs y sus tuits me sentí totalmente identificada y, obviamente, decidí solicitar mi ingreso aunque tengo que confesar que el detonante que me ha llevado a hacer el examen de conciencia de hoy fue una charla washapera que mantuve el otro día con mi particular club privado compuesto por un reducido grupo de chicas cacereñas de provincias (nos negamos a ser señoras aunque hayamos cumplido los 40). 

Hay madres y no madres y, aunque ahora están repartidas por toda la geografía española, con ellas compartí pupitre, aventuras adolescentes y escapadas juveniles por lo que no hay quien las engañe. Son también irónicas y un poco #malasmadres pero tras chatear un rato llegamos a la conclusión de que la verdadera madre desnaturalizada soy yo. Vean cuales son las otras 9 razones, además de lo de no viajar en el asiento trasero, que me han llevado a reconocerlo:



    2. No participo activamente en los teatros, excursiones y demás eventos paralelos del cole de mis hijos: la conversación washapera de la que os hablo comenzó cuando una de mis amigas nos contó los preparativos del festival infantil del cole andaluz de sus hijos. Un evento protagonizado por madres y padres (obligatorio no optativo), en un teatro de verdad alquilado, con disfraces que ni los del carnaval de Río y todo made in los abnegados padres. Afortunadamente, en mi cole no siguen ese rollo tipo Escuela de Fama con Leroy Johnson y el profesor Shorofsky como musas pero si lo hicieran tampoco tendría tiempo para ello por motivos laborales. Cómo para  ser yo la organizadora si ya me he perdido como espectadora alguna función de fin de curso por estar promocionando mi querida provincia en la otra punta de España (con el consiguiente cargo de conciencia, eso sí). Además, creo que los que van al cole son los niños, no los padres. Yo ya hice la EGB en su día y no tengo ni pizca de ganas de tripitir la Primaria. Lo mismo pienso sobre el empeño en acompañarlos a las excursiones escolares: a partir de cierta edad, unos 6 años, los padres sobramos. Es su pequeño espacio de libertad e independencia lejos de casa con sus compañeros y profes. Si mamá aparece lo chafa.


     3. Tengo silenciados los grupos de whasaps de madres: Tengo tres, uno por cada clase de mis hijos, y el mareante y continuo pip pip del móvil ha llegado a sacarme de mis casillas en más de una ocasión. No le puedo pasar el testigo al #buenpadre porque, por un absurdo acuerdo tácito, los pocos papás que había se han borrado y ya solo quedan madres (y confieso que también porque corro el riesgo de que el #buenpadre se olvide de contarme lo importante). No me doy de baja, aunque a veces me entran ganas, porque reconozco la buena voluntad del personal que los creó y su utilidad para recabar información práctica sobre las actividades escolares o los cumples, sobre todo en mi caso ya que piso poco por el recinto educativo, pero ¡¡¡por el amor de Dios!!! no puedo recibir cienes de videos y fotos que nada tienen que ver con el cole, ni mucho menos ofertas de pisos en venta o publicidad de los negocios de las mamis. No, para eso no se crearon estos grupos de whasap, para eso está el mialnuncios.com o Facebook (Supongo que, dicho esto, no hará falta que me borre porque a lo mejor me expulsan directamente...).


    4. Mis hijos no llevan camiseta interior: Pues no, no usan camiseta interior salvo que pasemos el fin de semana en Alaska o sitios similares. Vivimos en Cáceres y sí, en invierno hace frío, más o menos como en Madrid, pero seamos sinceros: salvo días muy puntuales, esto no es Laponia. Con una camisa, un jersey y, si de verdad baja el termómetro, un abrigo van que chutan. A veces me entra un poco de cargo de conciencia de #malamadre cuando veo a otros niños enfundados en sus thermolactyl (y sudando como pollos, ojo) pero se me pasa enseguida al comprobar que los míos rara vez se constipan.

5. Les dejo que duerman en mi cama: no me importa que ocasionalmente se metan en mi cama si han tenido una pesadilla o el #buenpadre se ha ido de viaje. Eso sí, les dejo siempre y cuando no me den patadas en las costillas. Si lo hacen se vuelven a su cuarto. No parecen estar muy maleducados (vale, mi opinión es subjetiva) y al final son bastante independientes. Paso de teorías y debates tipo Dr. Estivill versus Carlos Gonzaléz y voy resolviendo sobre la marcha. Cuando eran bebés he practicado elcolecho a demanda” (a demanda de cuando los niños tenían hambre y a demanda mía de si me venía bien dormir tranquilamente mientras mamaban o prefería que estuvieran en su cuna aunque lloraran un poco). ¡Anda, en eso sí que he sido una #buenamadre (o mejor una #vacalechera)!


6. No he sufrido mucho (o nada) en mis primeras salidas nocturnas al poco de nacer un bebé: otra de las razones por las que siempre he sospechado que me iba esto de #malamadrear es porque al poco de parir me entraban unas irrefrenables ganas de salir de fiesta. Durante el embarazo no, en esa etapa estaba en un estado pseudo-zen consagrada a la maternidad, pero después la cosa cambiaba… Como os he dicho antes fui una verdadera #vacalechera pero en cuanto la #buenaabuela o el #buenpadre se prestaban al “cangurismo” ponía el sacaleches en marcha durante varios días,  les dejaba provisiones que ni la Central Lechera Asturiana y yo me iba tan feliz a correr calles y bares sin volver la vista atrás. Soy una defensora de la lactancia materna y he disfrutado mucho de ese momento, de hecho a mi hijo pequeño llegué a darle la teta hasta el año cumplido, pero no la entiendo como un sacerdocio. O encuentras un espacio para ti o se va todo al garete.


7. No les pongo los Cantajuegos: Lo siento pero no los soporto y tampoco los niños me lo han pedido nunca. Es más, mi hijo mayor (9 años) me confesó el otro día que a él le gusta más el rock que el pop (sic) tras lo que sentenció ante mi anonadada cara “pero no el heavy metal, mamá, yo soy más de los Chili Peppers”. En fin, las consecuencias de escuchar Rock FM todos los días en el coche… Cómo para ponerles a los cursis de los Cantajuegos…

      8. Les hago caminar kilómetros al poco de dejar la silla de bebé: andariega que es una y habitantes de un casco histórico que somos toda la tribu. Lo de moverse con el coche en zonas semipeatonalizadas es complicado y el empedrado destroza las ruedas de las sillitas por lo que mis hijos se han recorrido la Rusia y la Prusia a pie desde los dos años recién cumplidos. Eso incluye calles, senderos, veredas y bosques. Bueno, al final ven mundo y mantenemos a raya la obesidad infantil...


9.  No les dejo tener mascota: a pesar de que me lo piden con insistencia aún no me he decidido a echarme un cargo más con un nuevo miembro en la tribu al que sacar a pasear, bañar, alimentar, llevar a revisiones... vamos, como otro hijo más…Les intento convencer de que los gatos del vecindario que se pasean por nuestro patio son también suyos pero creo que no cuela. Por cierto, ¿valen las gallinas como animal de compañía? En  caso afirmativo tal vez  me decida a adoptarlas. Al final me venderé por un huevo frito…

       10. Cuando me levanto temprano desvelada por el cambio de hora y las pesadillas de algún miembro de la tribu me pongo a escribir este post en vez de preparar un magnífico desayuno para toda la familia. Menos mal que luego llega el #buenpadre vacía el lavaplatos, pone en marcha el tostador, abre el bote de Nesquik y va solucionando todos los desaguisados de la #malamadre.


¿Y tú? ¿Eres también una mala madre? Deja tu comentario y hacemos terapia de grupo juntas.



CONVERSATION

14 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con los cantajuegos.... son horribles, tambien soy de Rockfm. Muy buen post

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    1. ¡La cantinela de la taza y la tetera llegó a superarme jajaja! Muchas gracias por tu comentario, Marisol

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  2. yo soy peor que tu seguro, además de todo lo que haces tu , soy como la niça del exorcista en el coche gritandoles que no se chilla, freno el coche y amenazo con bajarlos, les pongo extremaduro todo el rato y se saben todas las canciones, odio hacerles huevos fritos, jugar con ellos a las luchas, asistir a esos cumpleaços aburridos y en la vida hago los deberes con ellos jajaja soy un poco cruela de vile. me ha encantado este post .

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    1. No te creas, Carmenchu, no eres peor. Yo aquí he hecho sólo un resumen de las razones confesables, hay otras cuantas inconfesables que no me atrevo a publicar...¡Gracias por seguir el blog!

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  3. Buenísimo! lo suscribo casi todo... es que el Cantajuegos ahora me está salvando la vida... pero bueno, el resto, ¡clavao, María! no se puede contar mejor.
    Lo comparto por todas partes!!! (
    por cierto, no se puede dejar comentario con nombre y url, a ver si lo habilitas que para mi las otras opciones son un poco lio)

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    1. ¡Ana, muchísimas gracias por ayudarme a difundir el blog! .¡Te debo un gin tonic de malamadre!

      Oye, como soy novata en esto no sé muy bien cómo se habilita lo de los comentarios con nombre y url...Bichearé un poco en el editor.a ver si lo averiguo.
      Un besazo

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    2. Ana, creo que sí que se puede ya comentar con nombre y url. Hay que darle al desplegable del "responder como" y ahí aparece la opción (al menos en la versión para ordenador...en la versión de móviles tengo que mirarlo)

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  4. Jaja... Buenísimo... Me temo que somos más de una" malamadre"... Pero sabes que...!!! Que se que mi hijo me quiere... A pesar de que no vivo sólo y exclusivamete para el... Es mi vida siii... Pero tengo que ocuparme tb de mis asuntillos pq el crecerá y volará...

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    1. Toda la razón. Hay tiempo para quererlos, cuidarlos y educarlos pero también para querernos y cuidarnos a nosotras mismas (lo de educarnos no sé si estamos a tiempo jajaja)

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  5. Totalmente cierto! Me encanta y me identifico con casi todo :) Reconozco que Cantajuegos había en casa porque le encantaban y a mi me daban mi tiempo pero en el coche jamás!

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  6. Pues suscribo cuasi todo pero no se si quepo en el definido grupo malasmadres.com. jeje

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  7. Me apunto a todo... eso me convierte en #malpadre?... y añadiría que juego sobre las camas, no se duchan si no quieren, comen lo que quieren de lo que hay, juego a peleas, escondite, tinieblas... dentro de casa!...les dejo a su libre albedrio (incluidos ipad, móvil, psp...) una vez hechos sus deberes (que hacen cuando lo deciden).... por cierto eso es también #malmarido?

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  8. Ya tenía noticias del club de #malasmadres pero creo que después de leer tu post... soy una #malamadre 100%... creo que encajo a la perfección en todos los puntos, uno por uno... ENHORABUENA por el post! Es fantástico!

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  9. Aunque todos serían discutibles, está clarísimo que el 7, el 8 y el 9 no son de #malamadre, si no de todo lo contrario, jejeje.

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