Lisboa con niños: 4 planes diferentes y muy navideños



Llega la Navidad con sabor a mazapán y, si hay suerte, con regusto a vacaciones. Tal vez estés pensando en una escapada navideña para huir de la acumulación de comilonas con la familia colateral, de amigos invisibles, de cenas de empresa, de cañas con los cien mil amigos que vuelven a casa por Navidad, etc.

Si pasas de El Almendro y su rollo emocional... Si lo que quieres es descansar y salir huyendo con tus hijos y no se te ocurre a dónde, te propongo exiliarte un par de días al país vecino. Muy a mano para los que vivimos cerca de La Raya y bastante asequible para quien resida próximo a un aeropuerto.

Lisboa siempre es una buena opción y no vale eso de "Yo ya la conozco" porque te voy a proponer planes que se salen de los circuitos habituales, que no tienen colas (comprobado en un puente en el que había cienes de españoles por las calles lisboetas)  y que son ideales para ir con niños. 


Seguro que si has visitado la capital de Portugal con tus hijos ya habréis estado en el Oceanario, subido al teleférico, montado en esos tranvías atiborrados que se acaban pareciendo al tren de la bruja y visitado el Barrio Alto y el Castelo de San Jorge... También te habrás peleado por una mesa en el café A Brasileira y habrás hecho una cola interminable para comprar pasteles de Belém.

Vale, ya has hecho todo eso pero...¿Habéis visitado estos otros sitios?

1.  Planetario de Lisboa:


Es una opción estupenda para ir con niños. Está en un sitio estratégico entre el Monasterio de los Jerónimos y el Centro Cultural Belém. Y, sí, está al lado del famoso sitio de las colas de los pasteles pero aquí no las encontrarás. No suele haber grandes follones. 

En Navidad, además, tienen sesiones especiales para peques y unos precios muy asequibles con entradas adaptadas a familias. Dos adultos y tres niños pagan solo 12,50 euros en total y si vas el primer domingo de mes es ¡GRATIS! No es broma, fue una muy agradable sorpresa con la que nos encontramos en nuestra visita del domingo pasado. Además, la proyección la puedes escuchar en español (aunque la traducción es un poco al estilo google translate y a veces casi se entiende mejor en portugués...)

Mis hijos disfrutaron enormemente, sobre todo los dos aprendices de astrónomos de 7 y 9 años. El pequeño, de 5 años, también lo pasó bien pero a su manera: tras la representación de la explosión del Big Bang dijo a voz en grito: "¡¡¡la han liado parda!!!" y acto seguido se durmió durante el resto de la sesión en una butaca reclinada que invitaba a ello (yo también casi cierro la pestaña). Como ves, apto para todas las edades.



Como a unos 500 metros del Planetario se encuentra el Museo dos coches. Otra joya poco conocida de Lisboa en la que no hay colas y que también tiene entrada gratuita el primer domingo de mes. El resto de los días los niños menores de 12 años entran ¡GRATIS! y los adultos a 6€ por barba.. 

El museo está ubicado en un edificio precioso, el antiguo Picadeiro Real del Palacio de Belém, actual sede de la presidencia de la república Portuguesa. Pero si el continente es bonito aún más lo es el contenido. Alberga una completa colección de antiguos coches de caballo, carrozas, berlinas y literas (Siglo XVII al XIX) que transportan a los niños a todo un escenario de cuento. Éxito asegurado para el público infantil.



El Pabellón del Conocimiento es uno de los legados que la Expo del 98 dejó a la ciudad de Lisboa. Situado al lado del Oceanario es mucho menos conocido pero no por eso menos divertido e interesante. Además, no hay tantas colas y la visita merece la pena.

Es un museo interactivo de ciencia y tecnología ¡Se puede tocar todo! En las salas permanentes tienen un espacio dedicado a los más pequeños donde pueden hasta construir una casa inacabada a tamaño real o montar en una bici suspendida sobre un cable cual equilibristas de circo.

Nosotros estuvimos el año pasado durante una exposición temporal que explicaba a través de los cuentos populares muchos experimentos científicos. Ahora tienen abierta al público otra, no menos interesante, sobre el bienestar de la mente que se llama "Loucamente" 

Las familias con hijos pueden visitarlo por un precio total de 17 euros. También hay descuentos y tres días al año con entrada gratuita

4. Iluminación de Navidad:


Recorrer las calles del centro de Lisboa cuando anochece sí que es un plan low-cost y entretenido. Vale, ya sé que la iluminación de las grandes ciudades españolas puede ser más espectacular pero para una madre de provincias y su tribu sí que llama la atención. Además, la belleza de Lisboa es única y en estas fechas aún más. 

Una sugerencia para malamadrear: La bienvenida al nuevo año en la Praça do Comercio no tiene nada que envidiar al follón que se monta en la Puerta del Sol madrileña. Diversión asegurada, fuegos artificiales, música en directo y champán a tutiplén.

Por supuesto, me quedo en el tintero otros planes navideños de la capital portuguesa como, por ejemplo, visitar la Feria Natalis, con puestos de artículos navideños que no me llamaron mucho la atención cuando estuve el año pasado pero sí que tiene un buen surtido de atracciones para los niños. 

En plan mercadillo navideño prefiero el que han ubicado en el patio interior del Centro Cultural de Belém con ropa, muebles y accesorios de diseño. Muy chulo para una moderna de pueblo como yo.

Ah, y por último no os vayáis sin probar los pasteis de nata. Los de la famosa pastelería de Belém están buenísimos pero hay unas colas que dan la vuelta a la calle. Los podéis probar en otros sitios sin tanto follón e igual de buenos como, por ejemplo, en la cafetería Casa Brasileira, en la Rua Augusta muy cerca de la Praça do Rossio (no confundir con A Brasileira del Barrio Alto).

Seguro que hay muchas más cosas interesantes que hacer en Lisboa en estas fechas por eso si alguno de vosotros quiere contármelas se admiten comentarios para completar el recorrido navideño.

Boas festas e Feliz Natal!





CONVERSATION

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo. Creo que te dejas en el tintero el zoo de Lisboa. Me sorprendió lo bonito que es el lugar en que está emplazado.

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  2. ¡Gracias por la sugerencia! Al zoo de Lisboa no hemos ido nunca pero me lo apunto para una próxima visita. Me han hablado muy bien de el y los animales siempre son un valor seguro cuando hay público menudo.

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