Madres que nunca se van



Muchas horas, varios meses, alguna conversación y algo más de dos años dándole vueltas a esto de trasladar a la blogosfera parte de mis andanzas como madre. Días a los que les faltan horas, mucho trabajo, compromisos, pereza, miedo al ridículo y niños corriendo por la cocina que tropiezan con el cable del portátil y acaban con mi poca constancia en esto de darle a la tecla…

Pero hoy me he plantado. Hoy hace justo un año que mi madre se fue y su insistencia para que escribiera, para que convirtiera en palabras los miles de pájaros que pueblan mi cabeza, ha vuelto como un persistente recuerdo que no se me va de la mente. Hoy podría decir que soy una madre que ya no tiene madre pero no sería cierto. Cuestiones espirituales aparte, la sigo viendo cuando hago sus recetas, cuando repito las cosas mil veces, cuando contesto al grito de “me aburro” del pequeño con un pues, cómprate un mono”, cuando discuto y digo esa frase mítica de “el mayor, el peor” para acabar luego abrazando a ese “mayorque aún no ha cumplido los 9 años y, sobre todo, veo su mirada cuando cada mañana me asomo a los ojos verdes del mediano. Nunca dejamos de tener madre aunque ya no estén físicamente aquí. Siguen con nosotros su impronta, su forma de querer, su forma de educar y, más de una vez, también sus conflictos sin resolver…

Aquí me tienen. No sé muy bien si psicoanalizándome, cumpliendo una promesa pseudoliteraria, intentando dejar ordenados para la posteridad los recuerdos de la infancia de mis hijos, haciendo un pequeño esfuerzo por resolver cuestiones “provincianas” que otros blogs de madres más urbanitas no abordan o buscando mis cinco minutos de fama sin necesidad de apuntarme al casting de La Voz. Lo iremos viendo y quien me lea decidirá para qué va a servir todo esto

Esto no es una novela pero podría serlo. La vida supera muchas veces a la ficción y no habría historias sin personas de carne y hueso que las contaran

CONVERSATION

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Que a una experta bloguera como tú le gusten mis pinitos en este mundillo es todo un lujo ¡Muchas gracias, Ana!

      Eliminar
  2. Pues sigue haciendo caso a tu madre y sigue escribiendo para que nosotros podamos ver "esos pájaros". Aquí esperaré el siguiente capítulo de "Simplemente... María"
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Luis! Poco a poco iré abriendo la jaula para que salgan los "pájaros". ¡Atento a la radionovela!

      Eliminar
  3. Precioso lo que cuentas en este post.

    ResponderEliminar

Este blog se alimenta de comentarios ¡Muchas gracias por participar!

Ir arriba